martes, 10 de enero de 2012

Con prisa y pausa III

El tiempo se enfadó,
y la lluvia vino conmigo,
la luna se reía
y las estrellas me miraban.

Hablé con ellas
mil historias e universos,
mil peces en el mar,
mil letras en un texto,
mil canciones de borracho,
una luna
un lamento
un enfado con el tiempo

Encontré un dibujo
secreto entre mis letras,
era una niña, que leía mis cuentos
montada en sus sueños que a la luna subían,
montada en sus sueños que que hasta la luna llegaban,
montada en sus sueños que tanto decían,
que tanto pesaban,
y caían en el silencio.

Hablé con el Sol,
la gran estrella,
solo el tenía consejo.

El Sol me dijo,
hijo.
Ama, sueña, vive.
Ama y vive tu sueño


La luna llena vuelve a ser la causa de mis escritos, su luz constante hace crecer en mi la necesidad de sentir esa cosa que sentí algún tiempo.
Soy el viejo escritor de ese pequeño relato, que sueña con hablar con su locura, que sueña con no soñar, porque soñar le cuesta la felicidad.
Al igual que ese tipo, hoy no escribo, solo me dejo llevar, dejando que mis manos sigan el consejo del Sol, un consejo que exige una única cosa...

Vive tu sueño y hazlo tu vida
Ama tu sueño
Ama tu vida

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