sábado, 31 de diciembre de 2011

Silbidos y tejados

Acabo de borrar la que quizá sea la más bonita de las entradas que he publicado, la peor redactada y más sincera y clara que jamás he escrito.
Hoy es un día en el cual no quiero pensar demasiado, pero he decidido hacer de esta entrada de hoy una dedicatoria a mucha gente que siempre ha estado ahí.

Queridos amigos, me es imposible nombraros a todos.
En esta vida he sido tan sociable y hiperactivo, que creo que me sería totalmente imposible nombrar a todas esas personas que un día fueron importantes en mi vida, con esta carta voy a ser muy atrevido, y me voy a mojar demasiado, porque no puedo describir en unas líneas mis 20 años de vida. Si tuviese que hablar por la persona más significativa, hablaría de Jony, el cual marcó un punto y aparte en mi vida, haciéndome entrar en la que posiblemente fue la cúspide de mi adolescencia, si hablamos por antigüedad, claramente hablaremos del que hoy llaman UVE y en ocasiones llaman ZASK, porque cuando recuerdo mi infancia él es de quien más orgulloso me siento, jugando a X-men y creciendo juntos hasta cantar mis canciones (Seras capaz) frente al Auda-city.
Pero en mi vida hay muchos más, si claramente tuviese que dedicarle esta entrada a alguien, sería a David, un chico simple con un gran corazón, entregado a su pareja y que siempre tiene ganas de ayudar a sus amigos.
David es alguien que se preocupa demasiado si sabe que estas mal, que tiene miedo al cambio, porque teme perder las cosas que tanto ama, pero lo más importante es que David es un amigo de verdad, al que le gusta escuchar y le cuesta comprender, pero que no para de discutir hasta que no comprende realmente la situación y te aconseja con toda su alma.
Te quiero David, se que te hará ilusión leer esto y saber que siempre podrás contar conmigo.
A otra persona que no me gustaría excluir de esta dedicatoria es a Aurea, una muchacha muy despistada que no sabe cuidar del todo a sus amigos, pero aun sin saber lo intenta siempre con todo corazón y demuestra que a pesar de todo, cuando consigue despistar a sus despistes es la mejor amiga que nunca ha existido en este mundo, porque sabe escuchar y dejarlo todo para ayudar a quienes quiere y porque sabe como poner una sonrisa en el corazón.
Alguien que también merece ser reconocida como uno de los grandes pilares de mi vida es Silvia, otra descuidada, pero de forma distinta que nunca sabe como actuar y mil veces la caga por querer ayudar a su manera. Puede que no sepa demostrarlo, pero ella también ha puesto una nueva marca en mi vida, y hace que mis días junto a ella sean increíbles.
Podría hablar también de Barto, Chevi, Bea, Adro, Patri, Fany, Eric, Rosa, Samu, Hector, Pablo, Arturo, Ruben, Javi, Marta, Trini, Elvira, Ana, Pilar, Luis, Gema, Inma, Andres, Alex, Ines, Rebeca, Mariu, Ester, Paula, Maria, Agustin, Jimmy... e infinitos nombres, y quiero pedir perdón por no hacerlo, hay muchas personas que mañana leerán esto y pensarán que no son lo suficientemente importantes para mi, pensarán que son parte del pasado, que ya no me importan, pero he de decir que se confunden, pues cada uno de ellos me convierten en quien soy, cada letra que escribo tienen una pequeña parte de lo que me han enseñado, cada cosa que he aprendido, con el dolor y la felicidad de la importancia de cada pequeño detalle que me han hecho afrontar y descubrir.
También quiero aprovechar para pedir perdón, en especial a aquellos que se que no leerán esto, como es el caso de Laura, el fracaso de mi inmadurez y mis miedos que más tarde se convirtió en mi mayor aprendizaje y creo que sería inútil hablar de ese aprendizaje sin nombrar a Sara y todas las cosas que aprendí de mi "relación" con ella.
Si tuviese que escoger un día de mi vida que jamás olvidaré, será el día que abrí totalmente mi alma a Rosa, dejandole acceder a todos mis miedos y enseñando la verdadera cara que tanto me esforcé por ocultar.
Si tuviese que hablar de mi mejor lección, hablaría de mi amigo Ruben, que me enseñó a quererle y quererme y a ser fuerte tal y como soy, se que él no comprenderá bien esto, pero en mi propio interior, se que él ha sido una gran lección para mi.
A la hora de hablar de modestia, se lo debo todo a Pilar, y si hablo de improvisar siempre será mi hermano Chevy.
He de despedirme y me queda mucho por decir, porque tengo palabras para Noemi, Melinda, Eric, Marta, Javi y para todos los que entraron hace nada en mi vida y estan creando una nueva parte de mi vida, tambien de Batman, Trini, Hector y Pablo los que han conseguido que me sienta seguro tan lejos de lo que un día fue mi vida.
Me falta mucha gente, muchas historias, que quizá, día tras día consiga contar y agradecer...
2011 ha sido un año de mierda, pero gracias a mi vosotros, hemos llegado al 2012 y superaremos todo aquello que intente superarnos.

Gracias, por ser quienes sois.

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