Una novela llena de buenos y malos ratos, de tardes en la calle y noches en el sofá, de sueños sobre el papel y esperanzas en los proyectos. Palabras en el viento, litros, letras y mil cosas más serían los objetos utilizados para una obra irrepetible, protagonizada y dirigida por mi. Producida hasta el momento por el ministerio de educación y mi familia y no apta para menores, ni personas con alta sensibilidad.
Mi vida, para mi la vida, es un cuadro por pintar, cada momento es una pincelada, que transforma el lienzo en lo que será, cada vez la obra de arte esta más completa, pero siempre inacabada, con pinceladas sosas y otras divertidas, algunas limpias y otras más sucias, algunas de color rojo pasión y otras rojo odio, con rectas y curvas que hacen y expresan quienes somos.
Cada punto marcado en el lienzo será imborrable, y en ocasiones, por mucha pintura y esfuerzo que le pongamos encima, ese punto perdurará para siempre, marcando quienes somos con una precisión incalculable. Si pudiese escoger el lienzo de mi vida, dudaría, no sabría si escoger uno grande donde pintar con gran libertad y mostrar la grandeza de mi obra, o por el contrario, mostrar con gran pasión la calidad de mis pinceladas sobre un cuadro pequeño... Mi estilo de pensar, escogería el grande, pues me paso la vida pintando, intentando de tapar el blanco del lienzo y nunca lo consigo, quizá el problema ese haya sido mi problema, abarcar mucho y no poder completarlo. Pero bienvenidos a mi obra de arte... La vida
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